En medio de la crisis global todos los gobiernos del mundo se han puesto
muy generosos y anuncian sumas siderales para invertir en la actividad económica para que no se pare la rueda y sigamos comprando, consumiendo, gastando… y de este modo los que fabrican no dejen de fabricar y los que trabajan no dejen de trabajar.
A mí me suena sospechoso y además, como en otros tiempos, siento que me siguen metiendo la mano en el bolsillo. Lo que tengo ya no vale lo mismo que hace unos meses. De todos modos entiendo que sean los gobiernos los que salgan a sacar las papas del fuego. No es la generosidad empresaria la que pondrá el dinero para ayudar a los hermanos argentinos… esa ganancia ya está afuera y a buen resguardo.
De todos modos, hago un esfuerzo para que lo coyuntural no tape lo importante y me pregunte ¿cómo termino el año? ¿cómo están mis vinculaciones? ¿y mis hijos y familia? ¿por dónde andan mis amigos?
No son sólo preguntas por lo tonto, son por los afectos, por los corazones y vidas por los que vivimos.
Se acerca el brindis pero no nos olvidemos de la vida y de los que viven con nosotros.
jueves, diciembre 04, 2008
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