lunes, octubre 05, 2009

Pequeña historia

A 140 kilómetros al norte de la ciudad de Mendoza, en pleno desierto de Lavalle, existe una localidad que se llama La Majada. En la zona viven unas 40 familias, con sus puestos de cabras y sus historias arraigadas a los antiguos Huarpes.

Y la escuela, como no podía ser otra manera, es el centro social de la comunidad. Tiene 29 alumnos y tres maestros. Es pequeña: tiene dos habitaciones grandes, cuadradas, enfrentadas, y entre ellas un techo de cañas apoyado en palos cruzados y bien atados para dar una sombra hermosa. Y alrededor tierra y médanos cubiertos por la vegetación... y más allá, la inmensidad.

Diego, uno de los docentes, nos contó que hay chicos que caminan 5, 7 o 12 kilómetros para llegar a la escuela y que en su registro tienen asistencia casi perfecta. Algunos llegan a caballo y otros en mula. Con el maestro calcularon los tiempos para poder saber a qué hora tienen que salir de casa: la mula tarda una hora para caminar 5 kilómetros... Se levanta a las 7 de la mañana para llegar a las 9.30 horas a clases. Almuerzan alrededor de las 13.30 y a las 15 regresan a casa.

Pequeños y vivaces, con sus manos y rostros curtidos por el sol y el frío: una mamá nos dijo que en invierno es común que la temperatura sea de 10 grados bajo cero y en verano, llega a los 48 grados.

¿Por qué contar esto que no es nada original? Porque sus protagonistas son reales y me hace bien recordarlos.

No hay comentarios.: